miércoles, 23 de octubre de 2013

La fábrica de la chimenea inclinada

Vas entrando a una población, cuando ves que la calle por la que entras siempre, ahora es dirección prohibida. No sabes que hacer cuando de repente ves un cartel indicador que dice "centro" , señalando un camino. Lo tomas, y a poca distancia, ves unos edificios con una chimenea torcida. Piensas "¡Oh, que extraño!". Te acercas y te llevas la sorpresa... La puerta... Esta... ¡Abierta!, ademas, hace un día perfecto para sacar fotos a la decadencia.



Se aprecia la curvatura, ¿verdad?

Atravesamos la puerta.

 Había muchos de estos.

 El edificio que sería la casa de los dueños o las oficinas, impenetrables.

¡Cuanto cableado habría en su época!
 ¡Como no va a pasar gente si dejáis la puerta abierta!

 Un pequeño edificio, entre las oficinas y la fábrica.

 La hierba se come el patio.

Ladrillos por el suelo.

 Mas todavía...


Parecía una nave hecha posterior a las demás, con los ladrillos al aire.

 Esto era como un pasillo, pero lleno de maderas.

En la nave siguiente, que aparentaba ser mas antigua, habían dos hornos que creo que eran refractarios.
Hasta ahora estábamos tranquilos, pero oigo unos murmullos, suena la alarma en mi cerebro. Podrían ser chatarreros, gitanos, rumanos, gitanos rumanos, pero miro bien, y solo son un pequeño grupo de ancianos. Les preguntamos si podíamos seguir sacando fotos, nos dijeron que si, pero nos quedamos un poco cortados.


  Otra nave, casi vacía.

Aquí se observa maquinaria, a mi me parece una trituradora de madera.

No nos vamos sin sacar la otra cara de la fábrica, la de las fachadas a la carretera.


Nos vamos, ¡¡¡hasta la siguiente!!!